martes, 1 de diciembre de 2009

Un relato de un niño cuya vista fue restaurada. año 1727


¿Qué pasaría si una persona que haya nacido ciega de repente pudiera ver? Esta pregunta tiene que ver con cuestiones fundamentales: ¿reconocemos las formas y colores, porque este conocimiento ya está cableado en nuestro cerebro, o tenemos que aprender a interpretar las señales de los sentidos a través de la experiencia? Se puede especular sobre ella, o si realmente pueden hacer experimentos.
Cheselden era un cirujano que restauró la vista a un niño y encontró la respuesta era sí y no. El niño estaba fascinado por los colores que ahora podía ver, pero fue incapaz de juzgar la distancia entre los objetos.
Ahora, los estudios en animales han demostrado que gran parte de la maquinaria neural para la visión es innata, y la experiencia es necesaria para ajustar el sistema.

Uta Frith, UCL Instituto de Neurociencia Cognitiva.

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